Si no llegamos a escribir un cierre de 2020 fue porque estábamos cuidándonos y cuidando. Seguir haciéndolo nos parece un buen horizonte para este año que comienza. En estos primeros días de este nuevo año, sabemos que somos muchas las personas que andamos reflexionando sobre lo diferente que era el mundo hace justo doce meses.

Tan solo han pasado trescientos sesenta y cinco días y sentimos un gran peso a la espalda. Pero entre papadeo y parpadeo, entre inhalación y expiración, alcanzamos quizás a discernir una vez más los horizontes concretos que han ido surgiendo a lo largo de este pasado año y que nos han ayudado a mantener la ilusión, así como las personas que nos han ayudado, elevándonos y recordándonos lo esencial.

Esta presencia innegable, de horizontes y personas, nos abre, seguramente, una incertidumbre más que se suma al ramillete de incertidumbres que llevamos recogido este año. Y aún así, es un ramillete que nos ofrece también una nueva manera de mirar a quienes (y a aquello) que nos rodean. Repensar en lo valioso de contar con sus presencias. Sin duda, confluyen en esos horizontes y en esas personas ese mezcla incomprensible de vulnerabilidad y solidez, de estar de paso y a la vez ser eternas, como nosotras mismas.

Para nosotras, es el momento de agradecer sin fin las presencias que nos has ayudado a dibujar, soñar y disfrutar en común, esos horizontes que os delineamos a continuación:

Exposición y encuentro con la Federación de Asociaciones de Mujeres Sulayr. A pesar de no poder estar allí, la sororidad y la disponibilidad de nuestras compañeras en Guadix hicieron posible conseguir un sueño que se vio amenzado por la pandemia y que ya os contamos aquí. Gracias también a ellas, tenéis disponible nuestro encuentro en la página de YouTube de la Federación aquí.

Participación en el 2º Festival de Ecopoesía del Valle del Jerte. Durante dos semanas, una versión adaptada a la situación de pandemia que vivimos convivió con vecinas y vecinos del precioso pueblo de Cabezuela del Valle, uno de los 11 municipios que componen la Mancomunidad del Valle del Jerte. La acogida de la ciudadanía y el Ayuntamiento fueron emocionantes y recibimos numerosas muestras de apreciación de la misma, tal y como reflejamos en la entrada en el blog del Festival. Como broche inigualable, el Instituto de Educación Secundaria nos solicitó la posibilidad de acoger la exposición en su edificio durante una semana durante la cual poder trabajar con el alumnado. También os contaremos más en breve sobre nuestra experiencia en el IES de Cabezuela.

La presentación de nuestro primer libro, que no podía ser sino una iniciativa colectiva. De nuevo la pandemia echó por tierra la exposición, el encuentro y el taller que teníamos previstos en la Universidad de Sevilla. Por ello, le dimos la vuelta y decidimos no sacrificar la presentación de esta obra única y creamos un precioso vídeo a muchas voces al que le dedicaremos otro post para contaros con detalle, pero que ya podéis ver aquí a continuación.

Componer nuevos sentidos para poder redefinir lo que constituye “éxito” y “fracaso” (entendidos demasiado a menudo en singular) y poder así llegar a declinar “bienestar” y “buen trato” en la primera persona del plural de mano del arte, la cultura crítica y la acción colectiva. Ese sí nos parece un segundo horizonte hacia el que caminar en este 2021.